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lunes, 1 de diciembre de 2014

MINIMALISMO PARTE I



ORIGEN DEL MINIMALISMO

El Minimalismo o Minimal Art surge en Nueva York a fianles de los años 60’ y envuelve el trabajo producido por artistas americanos. Dentro de este grupo se encuentran pintores, escultores, creadores de instalaciones, artistas que trabajan con la luz o, incluso, con la topografía y el territorio. Los recursos que utilizaban eran mínimos  y transmitían cierta frialdad  conceptual; además, utilizaban métodos de composición matemáticos como la seriación o repetición. 


El concepto o idea que une a los artistas del Minimalismo es su voluntad de crear una obra concreta y que sea entendida a través de la observación directa y su relación con el entorno. Cuando se habla del Minimalismo, se hablan de formas simples y es evidente que todo accesorio ha sido reducido al mínimo, no existen alusiones, referencias o evocaciones.


Con el tiempo el esta corriente se ha extendido a la música, literatura, danza, moda y arquitectura minimalista. Cuando se habla de esta última, existe cierto rigor geométrico, contención formal y purismo conceptual. Y aunque se hayan usado obras anteriores como inspiración, nunca fueron producidas con exactitud ya que no se encontraban en el mismo contexto que cuando fueron concebidas por primera vez. 

 


De izquierda a derecha: artistas minimalistas  Aubrey Penny, Ivan Navarro.



Es poco antes de los noventa que el término Minimalismo, aplicado a la arquitectura, se empieza a popularizar. Esto se debe a la colaboración entre arquitectos y las marcas de conocidos diseñadores de modas como Calvin Klein, Giorgio Armani, Issey Miyake, Jill Sander, Donna Karan y Bottega Veneta. Estas marcas han creado una estética basada en la sencillez, tiendas con espacios amplios y pocos objetos a la venta, utilizan el color blanco, la luz fría y la reducción de mobiliario. 




De arriba abajo: Tiendas con estilo minimalista Bottega Venetta, Issey Miyake.

Las boutiques de estas marcas fueron concebidas como galerías de arte, ya que varios de los arquitectos mencionados comenzaron diseñando galerías de arte. Además, la finalidad de estas es presentar un objeto de la mejor manera, sin excesos de información o mensajes paralelos.


Uno de los precursores más importantes del Minimalismo es el arquitecto alemán Mies Van Der Rohe, quién elabora sus ideas en base a la pureza de las formas. Además, fue una de sus frases la que se convirtió en el lema de la arquitectura de vanguardia: “menos es más”. Su obra es conocida por ser geométrica y por la ausencia de elementos ornamentales.