Se manifestó sobre todo en Cataluña.
Los artistas modernistas (pintores, arquitectos, etc.) se
reunían en el café literario barcelonés “Els Quatre gats”, desde 1897.
Una revista que difundió el estilo
fue Pel i Ploma, publicado por Ramon Casas (pintor).
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LA CORRIENTE MODERNISTA
- Sus principales obras se encuentran en Barcelona.
- Mezcla de formas vegetales orgánicas.
- Resarcimiento de técnicas artesanales autóctonas españolas como el azulejo árabe o cerámica vidriada.
- Empleo del hierro, se muestra y añade expresión a la estructura. Los soportes metálicos se dejan vistos, así la espacialidad se hace más abierta, más fluida, lo ingrávido triunfa sobre lo compacto.
- Ejecución de edificaciones o casas personalizadas para la burguesía.
ARQUITECTOS DESTACADOS
Doménech i Montaner
Principal obra: Casa Lleo (Barcelona)
Sus obras se caracterizan por una mezcla de racionalismo constructivo y una fabulosa ornamentación inspirada en la arquitectura hispano-árabe y en el dibujo curvilíneo.
Proyecto encargado al arquitecto por encargo de los nuevos propietarios de la Casa Rocamora, construída en 1864 por el maestro de obras Joaquim Sitjas.
Con este proyecto ganó el premio del Concurso anual de edificios artísticos de la ciudad de Barcelona.
Recuerdos claros del gótico en los remates apuntados o agujas.
Sin duda la máxima figura del modernismo.
Sus primeras obras, en las que reinterpreta estilos artísticos del pasado como el gótico y el mudéjar, evolucionarán a otras más naturalistas llenas de libertad formal y decorativa.
Características propias de Gaudí:
- Gusto por recuperar y mezclar estilos arquitectónicos: azulejería árabe (le gustaba la luz y la
plasticidad de los azulejos), elementos clásicos (le gustaba usar solemnes columnas dóricas), estilo
gótico (empleo de ladrillo, bóvedas, arcos apuntados, pináculos y agujas como remates).
- Los edificios se envolvían en una profusa decoración, imaginativa y surrealista.
Antes de pasar a las mejores obras de Gaudí, explicaremos el signifado de la técnica del Trencadís:
Trencadís
El trencadís (en catalán, 'quebradizo') es una especie de mosaico realizado con fragmentos cerámicos unidos con argamasa, típico de la arquitectura modernista catalana.
Los arquitectos catalanes del modernismo fueron proclives al uso de baldosas cerámicas, pero Antoni Gaudí propuso un sistema hasta entonces inédito: el trencadís.
Utilizaba piezas de rechazo de la fábrica Pujol i Bausis, así como fragmentos de platos y tazas de café de loza blanca procedente de otras partes. También utilizó baldosas de cerámica.
Se podía construir con un método de aplicación indirecto, formándolo en el taller sobre una plantilla de papel, tapando el dibujo con los fragmentos de azulejo ("boca abajo", dejando a la vista el reverso), y llevándolo después a su lugar definitivo, sobre el que se dispone en sentido inverso.
Cuando se da sin diseño previo, con un método de aplicación directa sobre una superficie de mortero blando ("boca arriba", dejando a la vista el anverso), es la habilidad artesanal del operario la que determina la belleza del resultado, que incluye alteraciones en la superficie y cambios de plano, dando una sensación de espontaneidad.
A veces, se insistía en la aleatoriedad (A puñados se tienen que poner, si no, no acabaremos nunca, dijo el propio Gaudí).
En la actualidad se sigue utilizando esta técnica en otras obras.
Casa Mila (La pedrera)
Realizada entre 1906-1910, en piedra (de ahí lo de “pedrera”) y azulejos blancos para el remate.
Fue un encargo del matrimonio Roser Segimon y Pere Milà.
El tejado se emblematiza con chimeneas que simulan guerreros.
Destaca su planta ondulante, que se refleja en el exterior.
Los balcones están protegidos con bellos y orgánicos diseños de hierro forjado simulando plantas trepadoras.
El edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (1984), pertenece a la Fundación La Caixa, y es visitable.
Su fuente de inspiración será siempre la naturaleza, de la que extrae las formas vivas y ondulantes.
El Parque Güell
Barrio residencial proyectado por Gaudí sobre una pequeña elevación en las afueras de la ciudad; especie de ciudad-jardín.
El barrio estaba protegido por un muro de piedra, con medallones de fragmentos cerámicos con el nombre Güell y con una puerta principal flanqueada por dos pabellones, a modo de torres defensivas (influencia de la Edad Media).
Desde los pabellones surge una gran escalinata, para salvar desnivel del terreno, que comunica la entrada con la zona principal: una sala con 96 columnas dóricas, muy robustas, que se pensó a modo de mercado.
Recuerda a la arquitectura griega n a las mezquitas musulmanas.
El techo de la sala forma pequeñas cúpulas, decoradas con fragmentos cerámicos, que incluyen trozos de vajilla rota.
Es emblemática la fuente que divide en dos la escalinata, y que tiene forma de lagarto cerámico.
La sala de columnas sostiene una plaza pública abierta (la gran terraza), que tiene un banco corrido con formas ondulantes y sinuosas, revestido también con fragmentos de azulejería con mucho colorido.
En esta plaza pública se iba instalar una especie de teatro griego.
Las vías de comunicación del parque, que incluyen puentes, viaductos, escalinatas y pórticos, se realizaron en piedra, con un carácter muy agreste que imita las formas de la naturaleza.
Vemos así columnas que imitan palmeras y otras plantas, con planos inclinados, etc.
La Sagrada Familia
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Imagen de los inicios de La Sagrada Familia (1882) |
Iniciada en 1882 en estilo neogótico por el arquitecto Francisco de Paula del Villar. A finales de 1883, se encargó a Gaudí la continuación de las obras, labor que no abandonó hasta su muerte, en 1926. A partir de entonces, varios arquitectos han continuado la obra siguiendo la idea original de Gaudí.
Gaudí proyectó cuatro fachadas monumentales, de las que sólo terminó la llamada del Nacimiento, con sus cuatro torres, en el estilo modernista naturalista.
El proyecto incluía tres fachadas (del Nacimiento, de la Pasión, de la Muerte y Gloria), cada una con cuatro torres.
En total doce torres, símbolo de los 12 apóstoles.
En el centro, sobre una gran cúpula, una torre más alta que las demás simbolizando a Cristo, rodeada de cuatro torres menores, símbolo de los Evangelistas.
La fachada del Nacimiento (la única de Gaudí), tiene tres puertas, con relieves sobre Jesús y su infancia.
Predomina una ornamentación naturalista, complementada con las formas ondulantes típicas del modernismo.
Las esbeltas torres culminan con pináculos policromos.
La cripta introduce una ornamentación naturalista formada por formas vegetales y animales labradas en la piedra.
Existe un mirador situado a más de 60 metros desde el que se contemplan unas bellas vistas de la ciudad, para llegar al cual hay que ascender por las torres.
En este sentido, el propio Gaudí dijo: "El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia lo hace el pueblo y se refleja en él. Es una obra que está en las manos de Dios y en la voluntad del pueblo."
La construcción continúa.
Permanentemente la Sagrada Familia se encuentra rodeada por andamios y grúas. Las obras de construcción avanzan de forma continua para traer a la realidad los complejos diseños concebidos por Antoni Gaudí.
Algunos de los numerosos detalles presentes en la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia:
Decoración de las torres utilizando la palabra "Sanctus", que en latín significa "san" o "santo".
Escena de la Verónica, donde se ve el rostro de Jesús reflejado en la tela utilizada para limpiar el sudor de su cara.
Como curiosidad, el evangelista que aparece a la izquierda tiene el rostro de Antoni Gaudí.
Diseño exterior de las vidrieras, a través de las cuales transcurre la luz hacia el interior de la iglesia.
Antoni Gaudí diseñó el interior de la Sagrada Familia utilizando columnas, que se asemejan al tronco y a las ramas de árboles.
La luz entra a través de las vidrieras de colores, haciendo del interior de la Sagrada Familia.
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Detalle del altar |
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Tubos del órgano de la iglesia |
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Escalera caracol en el interior de la torre Pasión |
Mobiliario de Gaudí
Aquí, el espacio de cada ocupante es bruscamente delimitado mediante un apoyabrazos central, que actúa de divisor.
Además, hay un cambio de orientación de los dos asientos, estos no están alineados, sino dispuestos en ángulos iguales con respecto al eje central, pero opuestos.
La forma ergonómica de los respaldos demuestra la constante preocupación de Gaudí por la comodidad del usuario.
La tendencia de Gaudí por las representaciones alegóricas se manifiesta aquí de forma simple, describiendo la realidad íntima humana, en la que las personas, a pesar de compartir el mismo espacio, a menudo se encuentran solas y aisladas.
1907
Material: madera de fresno
Ubicación original: Comedor de la Casa Batlló
Dimensiones: 104 x 168 x 75 cm
Gaudí funde lo nuevo y lo antiguo, lo original y lo tradicional, lo bello y lo útil, lo personal y lo colectivo, lo catalán y lo universal.